¡Uy, qué susto!
El mundo editorial está explotando el género de lo fantástico a través de historias que, muchas veces, rondan lo inverosimil, lo increible o, simplemente, lo vanal. Múltiples seres fanásticos - los vampiros son el mejor ejemplo - han poblado las estanterías de librerias, han pasado al cine y se han convertido en best-sellers y blockbusters. Con ello, los actores que les han dado vida han llegado a ser personajes más populares que los viejos mitos del cine. Estas historias fantásticas pretenden inspirar terror pero busca la vía fácil e inmediata: espectaculares acciones y efectos, dramáticas situaciones con acciones increibles de estos seres desmitificados, vivencias de una intensidad carnal o amorosa que los humaniza para luego convertirse en terribles seres que inspiran no sólo terror sino pavor. Con ello, el viejo cuento de terror , basado en una historia realista y cercana al lector, va desapareciendo del mundo editorial y ya no es referencia ineludible para los lectores jóvenes.