Referente de la poesía nicaragüense e hispánica del último tercio del pasado siglo, figura estacada de la Revolución Sandinista, sacerdote en la línea de la Teología de la Liberación, pastor en Solentiname, Ernesto Cardenal deja una profunda huella como intelectual, poeta y revolucionario. Su figura ha sido glosada y recordada estos días como la de un hombre cabal, un intelectual chispeante y generoso, un revolucionario rabiosamente obstinado en la justicia social que predica la buena nueva del evangelio ante los pobres; también como uno de los grandes poetas contemporáneos en lengua española, capaz de un humor y un ingenio que elevaban el sentido crítico y comprometido de sus poemas a un nivel de modernidad y creatividad de gran acierto. Sus juegos con el lenguaje, la ironía y sarcasmo de sus versos, la riqueza de registros, el inusitado surgimiento de lo lírico en medio del decir común, eran parte de la calidad revitalizadora que cobraban sus palabras en el desenvolvimiento de un ri
