Una de sentimientos...









El equipo de la biblioteca ha preparado para este San Valentín una divertida actividad que permite a los alumnos y profesores elaborar de forma rápida y sencilla una elegante tarjeta de recuerdo y cariño para agasajar a los amados y demostrar su afecto en ese día tan particular.

Los alumnos/profesores disponen de material libremente para realizar la tarjeta. El equipo de la biblioteca les ofrece no sólo un papel satinado y bonito al tacto y la vista, sino que además les proporciona una larga selección de poemas de amor y sentimiento para que los adjunten en la tarjeta. La decoración es libre pero también se ofrecen dibujos y abalorios para darle un toque personalizado.

Una vez realizada la tarjeta los "enamorados" -es una forma de hablar- tienen a su disposición una ficha con la que informan al equipo de la biblioteca de quién o quiénes son los destinatarios del mensaje. Así, el día 14 la biblioteca se encargará de hacer llegar esos mensajes de amor y cariño a los alumnos y profesores de los diferentes grupos.

Lo que aparentemente surgió como una idea atrevida y una prueba más en el fomento de la escritura y la lectura se ha convertido en una actividad de gran aceptación y el número de participantes es creciente.

Os dejamos algunos de los poemas seleccionados para que os empapéis de amor y cariño en este frío y desangelado mes de febrero.

1

Hemos perdido aún este crepúsculo.
Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.

NERUDA. Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

2

Te recuerdo como eras en el último otoño.

Eras la boina gris y el corazón en calma.

En tus ojos peleaban las llamas del crepúsculo

Y las hojas caían en el agua de tu alma.

Tu recuerdo es de luz, de humo, de estanque en calma!

Más allá de tus ojos ardían los crepúsculos.

Hojas secas de otoño giraban en tu alma.

NERUDA. Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

3

Yo te recordaba con el alma apretada

de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?

Entre qué gentes?

Diciendo qué palabras?

Por qué se me vendrá todo el amor de golpe

cuando me siento triste, y te siento lejana?

NERUDA. Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

4

Te estoy amando aún entre estas frías cosas.
A veces van mis besos en esos barcos graves,
que corren por el mar hacia donde no llegan.

NERUDA. Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

5

A nadie te pareces desde que yo te amo.

NERUDA. Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

6

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

NERUDA. Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

7

Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.

El río anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.

Es la hora de partir, oh abandonado!

NERUDA. Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

8

Para saber de amor, para aprenderle,
haber estado solo es necesario.
Y es necesario en cuatrocientas noches
-con cuatrocientos cuerpos diferentes-
haber hecho el amor. Que sus misterios,
como dijo el poeta, son del alma,
pero un cuerpo es el libro en que se leen.


JAIME GIL DE BIEDMA. Pandémica y celeste

9

A veces quise no soñar contigo,

y cuanto más quería más soñaba.

GLORIA FUERTES

10

Te amaré hasta el hastío.

No es una promesa,

es una profecía.

MIRIAM REYES

11

ORACIÓN DEL NÓMADA


Mi patria está donde está mi amor.

Yo no tengo amor.

MARTÍN LÓPEZ-VEGA


12

Postdata


Aún sigo rebañando tu último beso.


RAÚL VACAS

13

Tu boca,

rojo incendio de cerezas.

Tus ojos,

el esplendor de los otoños en la tierra.

IRENE SÁNCHEZ CARRÓN

14

cómo no me vas a querer

si soy capaz de soñar todos los sueños,

incluso el más lindo de todos:

soñar que tú me amas.

JAIRO ANÍBAL NIÑO

15

Los suspiros son aire y van al aire.

Las lágrimas son agua y van al mar.

Dime, mujer, cuando el amor se olvida,

¿sabes tú adónde va?

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

16

Volverán del amor en tus oídos

las palabras ardientes a sonar;

tu corazón, de su profundo sueño

tal vez despertará.


Pero mudo y absorto y de rodillas

como se adora a Dios ante su altar,

como yo te he querido..., desengáñate,

¡así... no te querrán!

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER


17

Como se arranca el hierro de una herida

su amor de las entrañas me arranqué,

¡aunque sentí al hacerlo que la vida

me arrancaba con él!

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

18


Por una mirada, un mundo,

por una sonrisa, un cielo,

por un beso... yo no sé

qué te diera por un beso.

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

19


Tú eras el huracán y yo la alta

torre que desafía su poder:

¡tenías que estrellarte o que abatirme!

¡No podía ser!


Tú eras el océano y yo la enhiesta

roca que firme aguarda su vaivén:

¡tenías que romperte o que arrancarme!

¡No podía ser!


Hermosa tú, yo altivo: acostumbrados

uno a arrollar, el otro a no ceder:

la senda estrecha, inevitable el choque...

¡No podía ser!

GUSTAVO ADOLFO BÉCQUER

20

«En el corazón tenía

la espina de una pasión;

logré arrancármela un día,

ya no siento el corazón.»

ANTONIO MACHADO


21

Poned atención:

un corazón solitario

no es un corazón.

ANTONIO MACHADO

22

Escribiré en tu abanico:

te quiero para olvidarte,

para quererte te olvido.

ANTONIO MACHADO


23

No te quiero decir ná...

No quiero que se te ponga

la carita colorá.

MANUEL MACHADO

24

Cuando te encuentro en la calle,

el corazón por la boca

de fatiga se me sale.

MANUEL MACHADO

25

La veredita es la misma

pero el queré es cuesta abajo

y el olvidar, cuesta arriba.

MANUEL MACHADO

26

Cuando a tu cara me acerco,

las palabras, en la boca,

se me convierten en besos.

MANUEL MACHADO

27

Al cielo no miro yo,

porque me miro en tus ojos

que son del mismo color.

MANUEL MACHADO

28

Unos ojos negros vi...

Desde entonces en el mundo

todo es negro para mí.

MANUEL MACHADO

29

En tu boca roja y fresca

beso, y mi se no se apaga,

que en cada beso quisiera

beber entera tu alma.

MANUEL MACHADO

30

Me he enamorado de ti,

y es enfermedad tan mala

que ni la muerte la cura,

según dicen los que aman.

MANUEL MACHADO

31

Cuanto tengo confieso yo deberos;

por vos nací, por vos tengo la vida,

por vos he de morir, y por vos muero.

GARCILASO DE LA VEGA

32

¡Oh más dura que mármol a mis quejas,

y al encendido fuego en que me quemo

más helada que nieve, Galatea!

Estoy muriendo, y aún la vida temo;

témola con razón, pues tú me dejas;

que no hay, sin ti, el vivir para qué sea.

GARCILASO DE LA VEGA


33

creer que un cielo en un infierno cabe,

dar la vida y el alma a un desengaño;

esto es amor, quien lo probó lo sabe.

LOPE DE VEGA


34

Ojos claros, serenos,

si de un dulce mirar sois alabados,

¿por qué, si me miráis, miráis airados?

Si cuanto más piadosos

más bellos parecéis a aquel que os mira,

no me miréis con ira

porque no parezcáis menos hermosos.

¡Ay, tormentos rabiosos!

Ojos claros, serenos,

ya que así me miráis, miradme al menos.

GUTIERRE DE CETINA

35

Te quiero.


Te lo he dicho con el viento,

Jugueteando como animalillo en la arena

O iracundo como órgano tempestuoso;


Te lo he dicho con el sol,

Que dora desnudos cuerpos juveniles

Y sonríe en todas las cosas inocentes;

LUIS CERNUDA

36


Si el hombre pudiera decir lo que ama,

Si el hombre pudiera levantar su amor por el cielo

Como una nube en la luz;

Si como muros que se derrumban,

Para saludar la verdad erguida en medio,

Pudiera derrumbar su cuerpo, dejando sólo la verdad

de su amor,

La verdad de sí mismo,

Que no se llama gloria, fortuna o ambición,

Sino amor o deseo,

Yo sería aquel que imaginaba.

LUIS CERNUDA


37

La noche no quiere venir

para que tú no vengas

ni yo pueda ir.

GARCÍA LORCA

38

Por el arco de Elvira

quiero verte pasar,

para beber tus ojos

y ponerme a llorar

GARCÍA LORCA

39

Vuestros son mis ojos,

Isabel,

vuestros son mis ojos

y mi corazón también.



.


Comentarios

Entradas populares de este blog

El puente de hierro

La Gran Guerra, ¿evitable o inevitable?

¡ Se armó la de Troya!