Adultos de hoy, adolescentes de entonces



 

Estos días la biblioteca recrea el mundo de los profesores cuando eran adolescentes. Un ejercicio curioso para nuestros alumnos, por cuanto muchas de las actividades de antaño, son actividades de hoy en día pasadas por el tamiz de la tecnología...

La selección es dispar, no podía ser de otra manera. Cada profesor en su adolescencia era un mundo en sí mismo. Aunque todos vivíamos en un mundo semejante -ese mundo de la EGB que ahora es superventas en los grandes centros comerciales- cada muchacho, cada profesor de hoy, se decantaba por una actividad en su ocio.

A algunos les dió por la música y podemos ver unos magníficos vinilos de REM, Sade, Terence Trent D'Arby, Al Stewart o James Brown. Por supuesto, no diremos el pecador por cuanto para gustos, colores, dice el dicho popular. Lo cierto es que había una pasión por adquirir y poseer discos que hoy en día con las descargas gratuitas o los streaming se ha perdido completamente. Pasar horas mirando las tapas y el interior de los discos, sus letras y moemntarios, sus fotos o dibujos es algo que hoy no se entiende entre nuestros alumnos.

 

Hay revistas y comics; alguno era un apasionado del cine y nos trae varios ejemplares de C7, un magazine de cine, hoy en día desaparecido. ¿Quién osaría hoy pasarse horas leyendo sobre películas y actores cuando en la adolescencia actual lo que priman son las sagas y las series, llenas de evanescentes actores y protagonistas? 

Los cromos son otro espectáculo digno de verse. Algunas colecciones que han traido nos retrotraen a 1975 cuando jugaban en la selección personajes como Vicente Del Bosque, hoy seleccionador nacional o José Antonio Camacho, ex-seleccionador, entrenador y comentarista de Cuatro en los mundiales. Lástima que nadie conserve las chapas con las que se jugaba al fútbol y donde iban pegadas las caras de los jugadores recortadas de los cromos sobrantes.



Merece la pena una mención a los tebeos y los comics, sobre todo, a los tracionales de la serie española de Humor, dibujados por Ibáñez y otros, extranjeros, más sofisticados como pueden ser las historias de Mazinger Z (primer comic Manga consumido en España) o Vikie el Vikingo. El día de comprar un comic o un tebeo era una fiesta. Releídos y manoseados, eran auténticos tesoros personales.









Raquetas de tenis y ping-pong; maquetas de armas de la II Guerra Mundial; cámaras de fotos, bicicletas, marionetas o labores de punto...el mundo del ocio de hace 30 años se ve perfectamente representado en esta muestra. 




Solo animo a todos los profesores, padres y alumnos a que vengan a verla. Y si pueden juntos. Contarse historias alrededor de cada objeto es quizás la consecuencia más hermosa de esta exposición.







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