DÍA DEL LIBRO

Pues sí, hoy es el Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor. Hoy se entrega el más alto galardón de las letras en lengua española, el Premio Cervantes, que este año ha correspondido al prestigioso poeta catalán Joan Margarit (aquí le dedicamos nuestra página). Si hay algo con lo que ningún coronavirus podrá terminar nunca es con la ceremonia de la palabra, ese valor intangible de lo propiamente humano. "La llibertat és una llibreria", dice un verso de Margarit. Y nadie que habite un libro quedará confinado entre cuatro paredes como queda una flor en una vaso olvidada, porque entrar en un libro es salir por la ventana, escapar a otros mundos, saltar por los aires, levantar el vuelo libre y azul de la imaginación, arrebato de mil vientos entre la brisa y el vendaval, entre la ternura y la rabia, la furia y la compasión, es pedir la paz y apacentar la palabra, es como ir y quedar y con quedar partirse, por valles verdes y ásperos derrubios, montes de matorral, selvas impenetrables, desolados desiertos, y una nota en la cuerda como el pájaro que duerme, abrirse camino por prados bien bermejos con álamos del amor cerca del agua, donde la yedra, que por el tronco sube hasta el altura, sabe a la ruina hacer verdes halagos, es prender una lumbre en páramos helados por las inusitadas soledades del Yukon, o abrirse paso a través de junglas bochornosas donde dormita el tigre mirando sus zarpas que no saben que al alba han devorado a un hombre, mientras llega a palacio el príncipe de Golconda o de China con el rey orgulloso de las perlas de Ormuz, el libro es un desierto que llora mientras canta, ventana deslumbrante, paisaje que nunca terminarás de recorrer porque la fantasía es vasta y libre como la tierra, el mar o el cielo. Si el confinamiento te angustia, te damos esta llave hecha de cosa humilde, apenas un poco de celulosa en láminas. Algo de algo. Tómala y haz girar sus mecanismos simples, mágicos, despliega sus páginas como el gran pájaro despliega la lealtad sostenida del puro ensueño, artificio de dioses en manos de un mortal. Y no le toques ya más, que así es la rosa.

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