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Lidia Iglesias lee a Brines

 Lidia Iglesias, de 3º de ESO, nos lee "Aquel verano de mi juventud", uno de los poemas más difundidos del poeta valenciano. 

Natalia Caballero lee a Brines

 Natalia Caballero, de 3º de ESO, nos ofrece los versos serenos y penetrantes, como son siempre en la poesía de Brines, de "El ángel del poema". El poema como mensaje, como noticia, como comunicación, pero comunicación de lo íntimo en su soledad, comunión más bien. El ángel y su espada de fuego y sus ojos... el ángel de Brines.

Lucía Abad lee a Brines

 Otro de los excelentes poemas de Brines, en esta ocasión en la voz de Lucía Abad, de 3 de ESO. Lucía ha seleccionado el excelente "Donde muere la muerte", ese título que el poeta eligió entre el pleonasmo y el oxímoron, un nudo léxico complejo y sugerente.

Salma El Hamedi lee a Brines

 Continuamos con nuestro homenaje a Francisco Brines. Homenaje que, por desgracia, desde hace algunos días es ya conmemoración. En esta ocasión Salma El Hamedi, representante de 3º de ESO, lee el poema "Alocución Pagana". 

La columna de Álvaro Campos

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  Lector, personaje y transfiguración Sebastián Toledo cc Los grandes libros no siempre son los que tienen más de quinientas, mil o dos mil páginas. A v eces, incluso, estos monstruos, por inmensos, no van más allá de un resultado baladí. A veces, en estos casos, uno no llega siquiera a terminar el libro, por lo que da igual si el final es magnífico o tiene un giro radical que remueve tripas y corazón en la página 650. Después de un camino hostil de innumerables páginas, muy bueno tendría que ser para que hiciese justicia a la extenuación que alcanzarlo ha provocado. D i gamos, pues, que en lo que se refiere a libros -aunque también aplicable a la vida misma- más importa la calidad que la cantidad. Más valen ochenta páginas de un Juan Rulfo que desde el minuto uno te lleva hacia lo más profundo de un México que parece pedirte ayuda -y tú, con tal de dársela, sigues y sigues leyendo-, antes que un melodrama cuya trama no empieza hasta pasadas varias horas de lectura. La clave está ahí,

María Isabel Pérez Corcho lee a Brines

 María Isabel Pérez Corcho lee con exquisito tacto este delicado poema del maestro levantino. La belleza del mundo perdura mientras nosotros desaparecemos, mientras nadie nos espera ni a nadie esperamos. La voz de Isabel nos deja esta "Continuidad de las rosas" junto imágenes de una misma delicadeza.